Los analizadores de cloro ATI son suministrados con un Kit de consumibles que dependiendo de la tipología del agua pueden ser suficientes para cubrir entre 5 y 10 años de operación.
La membrana de los sensores de cloro tienen una superficie útil mucho mayor que el resto de sensores existentes por lo que la contaminación tienen un efecto menor.
La fotografía muestra un sensor operativo después de 9 meses funcionando en un medio con alto contenido de Fe/Mn
Los sensores de cloro pueden operar incluso en aguas con conductividades muy bajas. Los sensores convencionales especifican unos mínimos en torno a 150 – 200 µS/cm o tienen que cambiar el electrolito empleado.
El diseño especial de los electrodos y de la membrana que componen el sensor de cloro libre polarográfico permiten medir hasta pH de 9,5 gracias a la respuesta ampliada y mejorada para pH elevados. Otros efectos beneficiosos derivados de este diseño es la gran estabilidad y baja deriva durante grandes largos periodos de tiempo.
En aplicaciones que requieren emplear corrección o compensación de pH, es posible emplear hasta 2 tipos de curvas en función de las características del agua e incluso añadir una tercera curva personalizada. El resto de analizadores sólo ofrecen una curva.
Conclusión
Al no ser necesaria la adquisición de consumibles adicionales, unido a los extremadamente bajos requerimientos de mantenimiento y calibración hacen que en muchos casos se obtengan unos costes de operación de 0€/año en condiciones normales de trabajo.